whitechapel

un saxo surtidor de sangre
del tardío XIX o la secuencia
imposible de un infarto
en zoom out desde la aorta
la ciudad el tablero los escaques
las manzanas alternadas, sucesivas
el rollo desplegado de la city
su banda sonora sobre el borde
de la tira de pruebas de este Weegee
desquiciado más que el propio Weegee
retrato en sepia de los vicios
sobre los que Scotland Yard caía
tras el invisible de Whitechapel y su estela;
chorros y degüelles
marcando el ritmo de la sangre en las paredes
de este barrio obrero cercado por el Londres
victoriano y sucio que el Imperio sostenía aún;
Pollock carnicero, arterias
bajo el síncope de un Coltrane bermellón,
rabia calma de los siglos y cinabrio.

fuente italia

a la Danyclau
la mató el amor
la despedazó más bien.
La cita no es la imagen
del taxi o su maleta,
la carga de miembros
trozados y todavía tibios;
los pedazos de la Dany flotan
Canal San Carlos abajo.
La madre, dueña de la botillería
ubicada en la esquina del bar
donde trabajaba la Dany,
todavía se pregunta qué hizo mal
cuando fija su mirada en la
fotografía de su hijo junto al taxi,
que la acusa en blanco y negro desde el velador
comprado y prearmado
en el Home Depot de la rotonda.

chikatilo

soy un error de la naturaleza, una bestia enfadada 
Chikatilo 
Yablochnoye, Ucrania,
16/10/36
pequeña aldea doblando a la derecha
 Lo más cruel para el pequeño Andrei y su hermana 
era escuchar en el regazo de su madre 
cómo su hermano mayor, 
Stepan, 
había sido raptado y devorado
[el poeta en este caso
ni siquiera exagera]

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