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Hola, el día de hoy presentamos tres poemas de Rafael García Godos, escritos a modo de covers/ reescrituras de 3 libros de nuevos poetas peruanos (sentimentalitos 😛 ) Poemas-covers a J Estiven Medina Ortiz, Kevin Castro y Jorge Castillo. Les dejamos aquí los textos, esperamos que los disfruten 🙂
hablemos de mí mientras las hormigas devoran el sol
(estiven medina)
el delivery de china express tardó tres horas en llegar
es domingo
pienso en que he dejado de entender
la narrativa cinematográfica contemporánea luego de ver the square
o no la quiero entender
tampoco entiendo por qué demonios mi soledad apesta sin ti
el wantán frito sabe mal entre lágrimas
no quiero entender por qué lloro
nunca antes escribí que lloro
quizá para confinar esa palabra y sus lágrimas
en algún lugar alejado de la supervivencia cotidiana de las otras palabras
aunque sé que existe
como existió antes de mi nacimiento
y seguirá jodiendo tras mi muerte
durante la semana
la mayor parte del tiempo
llevo colgado el fotocheck de identificación de la oficina
porque espero que un día me veas en el micro
y leas mi nombre mientras yo leo:
“Si quieres te puedo amar desde tu puerta,
a la hora que prefieras,
seré puntual y ansioso”
imagino que me ves y no me interrumpes porque voy leyendo
mientras me miras sin que yo sepa
memorizas mi nombre
llegas a tu casa y me googleas para encontrarme en una foto
junto a un emoji que acentúa mi tristeza 🙁
y piensas: creo que deberías amarme
para animarme
estiven hablan sobre las hormigas devoradoras que engulleron el sol
pero sunday no es funday cuando el chifa no llega a tiempo
cuando no es la comida lo que esperas sino
un corazón que se parta en dos y que del interior salga un corazón exactamente igual y se parta otra vez en dos y adentro encuentres lo mismo
entonces vemos ese programa de tv ‘1,000 maneras de morir’
escogemos la forma más tierna y absurda de desaparecer
hacemos una larga lista
como una con todos los personajes de los cuentos de borges
aunque paraonideo no está de acuerdo con el top ten
con estiven hemos decretado que el ranking lo encabeza
aquella vez que encajó su cuerpo en aquel ataúd pequeñito
luego que decir aquí no quepo
rezagada pero no última debo mencionar
la vez en que se asfixió tratando de rescatar inútilmente del fuego
una serie de textos que soñó quemar en un cuaderno azul de hojas rayadas
todo esto nos resulta tristemente divertido
como soltar un globo rojo en el punto más alto de la rueda de la fortuna
y sentir que
como la felicidad
no necesitamos verlo para saber que está ahí
aunque sí necesites sentirla
y es que a veces quisiera que me abraces
por la falta de likes a mis poemas que publiqué en el grupo de facebook
a veces quisiera que existas y pidas mi comida favorita
/ yo ♥ chifar /
que me convenzas de que mi forma de escribir es tan postcontemporánea
frente a la vida
que publica alocadamente en internet poemas
que parecen simples y tontos y superfluos y tediosos
pero es la vida y punto
mañana escribiré en twitter
#todosmeengañan
para que me leas 🙂
y la próxima vez
cuando me veas leyendo en el micro
pensando en que “debemos comenzar a creer en algo”
me interrumpas diciendo: “¿en nosotros, por ejemplo?”
desconectando de pronto mi cerebro con esa pregunta retórica (¿?)
y yo te ignoro
balbuceando:
cuando regrese y vuelva a nacer, iré directamente a buscarte.
norcorea
(kevin castro)
el olor a plátano
siguió al ruido de la bolsa plástica
de donde el /al parecer / por el casco que lleva colgando de la mochila /
obrero de construcción / que no le alcanza para una puta bigmac /
sacó un par de esas frutas
voy en la línea huáscar s. a.
pienso en el estruendo de la bolsa de polietileno
irrumpiendo esta cabina transportadora
rompiendo el bullicio silencioso de los lunes
la mañanas de la avenida brasil donde vive enrique verástegui
pienso en la bolsa plástica del obrero
levantándose del pavimento flotando tan alto
tanto tan alto hasta sobrevolar la cabeza de kevin
la cabeza de kevin tiritando en la más profunda y mierdosa de las soledades
en la bolsa hay un mensaje escrito por los niños del futuro
es mi playlist favorito
canciones consumidas con los mejores amigos
drogas cervezas amixs & alt. lit.
aunque los niños del futuro no saben
cómo suenan esos tracks fuera de sus sueños
pueden imaginarme escuchándolos con mis audífonos piratas
cuando viajo en el transporte urbano leyendo norcorea
esa tierna poética transeúnte
en un ritmo a lo set del house más vibrante y rompedor auditivo
/aunque mis audífonos escondan la fidelidad
/del corazón de la música electrónica
/pese a que se declara la falta de afecto emocional en los beats sintetizados
/y sobretodo
/por esa falta de afecto emocional es que amo el house
/porque no hay recuerdos en el beat
la letra norcoreana se proyecta a la contemporaneidad de los niños del futuro
se refleja provocando un rebote magnético
de los campos eléctricos que apenas hacen contacto
entonces
quiere decirnos que el tiempo no existe en la poesía
como los imanes / que no existen
la letra norcoreana es un hoyo negro tornasolado musicalizado
por un álbum de canciones blancas ochenteras
escritas en los noventas e interpretadas en los dos miles
‘kev, tú eres demasiado joven para entender’
un feeling grunge de esa generación x que me creí hasta hoy
creo que debo ser el último de mi generación que mantiene
esa falta de interés en las cosas que realmente deseo
pensando eso que decía warhol
que “a penas dejas de desear algo, lo consigues”
canté todas las canciones de mi generación x
por eso hasta ahora no sé qué hacer con mi vida
sin caer en el consumismo que mató a todos mis amigos
o a los que se los tragó la llegada de internet
el teléfono celular / los emojis con sassy faces / y el e-mail
pienso en kevin como el conserje al final de the breakfast club
que quizás pudo haber liberado de su castigo a los chicxs de su generación
pero no
la temperatura ideal para mi corazón es 21ºc
dice kevin en su sueño
mientras flota la bolsa del polietileno y
prende su mp3
se concentra en escribir el guión de la película más tonta triste violenta
sueña con rodar un film de 1h. y 30m.
viajar a ecuador y comprar audífonos nuevos en radioshack
cruzar los andes por ticlio hasta un starbucks en lunahuaná
con tu moca en la mano le digo no hay tiempo kiddo
no hay mapas
estamos en este micro huáscar s.a.
y el amor es difícil de digerir los días laborales
mientras los fines de semana vomitamos nuestras lágrimas
el obrero termina su fruta
deja las cáscaras en el piso porque quiere acabar con el mundo
esto puede ser absurdo pero si así es no me importa
total
yo no puedo recordar el tiempo del trayecto entre las ciudades
leo a roberto bolaño con un wiro & playa junto a s.j.
para seguir rondando lo que sea que eso signifique.
starfuckers
(jorge a. castillo)
al desierto
esa sábana de estrellas
lisérgicas tóxicas borrachas imaginarías
se llega sentado sobre la cabeza de jorge a castillo
no de su letra ni de su mano
de su cabeza
que es el rey perro de su anteojo
no del ojo
brillan las imágenes telúricas y alucinadas
del poeta que aprendió a ver en la obscuridad
en la obscuridad
como el mar que en las noches
traiciona su escencia para volverse cielo y estrellas
porque también hay estrellas en el mar
del futuro
de donde llega el visor mutantre para entregarnos
starfuckers
cópula narrativa poética de exceso hipnotizador
sonidos mántricos
al que nos hace caer para adentrarnos en un recorrido
en el que la vida transcurre en el fresco aliento de las luces
y él es el único cartógrafo que deshace y rehace
lo ya escrito lo ya escuchado lo ya vivido
porque
las estrellas han muerto hace mucho sin que nadie
ponga atención en el orden ni en su golpe final
límite al que jorge nos lleva
nadie más que él conoce
– con la desconfianza que da el hallazgo del verdadero amor –
la desconfianza de desprenderse de su lengua
de sus manos
de sus pies
para entrar al desierto que fue mar
al mar que también es cielo bajo el cielo
aunque disimule trasvestido de desierto
jorge sabe que hay mar y hay estrellas en la arena
y él es un starfucker que escribe y nos cubre
con la sábana de lo vivido
en figuras que mueren como las canciones que mueren
para hacerse eternas en nuestro corazón
en un lugar más allá de mis palabras más allá de este libro.
Rafael García Godos Salazar(Lima-Perú, 1979). Poeta. Recibió el Premio Dorian Arts de poesía por la diversidad sexual en su VIII edición (2006) y IX edición (2007), así como el premio Poema-Objeto Oquendo de Amat (2005) de la Municipalidad Metropolitana de Lima. Escribió y dirigió El sendero de Pedro, premio al mejor cortometraje en el concurso de la agencia de publicidad mundial DDB (Panamá, 2000). Ha publicado en poesía No importa borrar (1999), Viruspop/Raggs (2004), ETO (2005), queridolucía (2007) y MVXØ Música para monstruos (2017).